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Baby Step- Parte 2


En la búsqueda de generar que el consumidor tenga nuevas experiencias con las marcas el internet se ha vuelto un factor potencial, que se debe desarrollar dosificadamente.

Habíamos planteado que los medios online estaban determinados por la línea misma que disecciona a los medios tradicionales de hacer publicidad ,  de los nuevos medios, y que en el medio online había una globalidad, y en esta había una tendencia interna de manejo comercial, por consiguiente de estos dos enunciados extraemos que el medio online es un mundo aparte, el cual puede hacer uso de los otros medios sin perder su naturaleza.


En la globalidad online se acuño el término virtual, para nombrar a dichos fenómenos de la realidad cotidiana que son representados en el mundo online, premisa básica para entender con exactitud el objetivo de la misma. Pierre Levy filósofo del internet fue el que propuso los indicios del fenómeno actual de la web 2.0, bajo la teoría de la Second Life,esta teoría habla de una segunda vida llevada a un plano representativo, virtual, donde se recrea la vida basados en un plano real, en el que vivimos, dicho plano virtual y representativo es el internet, sabemos que los elementos que constituyen nuestra vida cotidiana son diversos, de igual manera que son diversos los que podemos representar en internet.

Un ejemplo de esto es facebook el cual hace una representación de nuestra faceta sociable, otro elemento que se podría representar son los negocios, este un poco más complicado no se le ha dado la debida atención,  ya que requiere unos parámetros un poco más específicos que un simple perfil como en facebook , no creo que una persona solo al poner un aviso en el marco superior de la puerta tenga el mismo éxito que una persona que no solo posiciona marca en el marco superior de la puerta sino que también lo hace en la mente (Top of Mind) y corazones (Top and Heart) de sus consumidores finales.

Si quiere conocer más acerca de  cómo funcionan los negocios en la Second Life no se pierda nuestra próxima publicación.


Por:
Juan Fernández